Mis principios
Nací al principio de los años 90 en un pequeño pueblo de Alemania. Mi madre era francesa, y mi padre, alemán. Lamentablemente, mi madre falleció cuando era muy pequeña, por lo que crecí con mi padre y mi hermano. Nuestra familia se completó con mi madrastra, quien, junto con mi padre, era emprendedora. Desde pequeña vi cómo trabajaban incansablemente para sacar adelante una empresa que tuvo mucho éxito.
Aunque nunca nos faltó nada materialmente, siempre sentí la ausencia de tiempo. Mi padre, un hombre dedicado a sus proyectos, me enseñó desde joven lo importante que es trabajar por lo que uno quiere. Pero también me marcó la falta de equilibrio en su vida: su trabajo le ocupaba tanto que no tenía tiempo para disfrutar de lo que realmente importa. Ese fue el ejemplo que me hizo soñar con algo diferente: una vida en la que pudiera estar presente para mi familia, disfrutar de los momentos pequeños y tener la libertad de elegir mi propio camino.
El Cambio: Mudarnos a España
Después de unos años, mis padres se separaron y mi padre encontró otra pareja. La estabilidad que conocíamos se desmoronó poco a poco. En 2004, la vida cambió drásticamente para nosotros. Mi abuela paterna falleció, y dos años después, en 2006, en busca de un nuevo comienzo, mi padre decidió que nos mudáramos a España. Éramos siete en total: mi padre con su nueva pareja y su hija, mi hermano, mi tío con su hija y yo. Dejamos atrás nuestra vida en Alemania y nos instalamos en Altea, en una casa enorme que alguna vez había sido un hotel. Aunque tenía sus imperfecciones, como paredes descascaradas y una distribución peculiar, era un lugar mágico: techos altos, ventanales grandes que dejaban entrar la luz que tanto me gusta y un jardín con una piscina enorme y gallinas. Fue la casa donde más me sentí «en casa» en toda mi vida.
Al principio, la idea de vivir en España parecía un sueño, ¡»Vivir en España, WOW!» pensaba yo, llena de emoción! Pero, aunque el cambio era tentador, también resultó ser muy difícil. Nuevo colegio, nuevos idiomas (inglés y español), nuevos amigos… Aunque venía acompañada de parte de mi familia, dejé atrás otra parte fundamental de mi vida en Alemania: mis tías, otra prima que es como una hermana para mí, y mis mejores amigos de toda la vida. Mi vida dio un giro de 180 grados. Pasé mi adolescencia en un lugar completamente diferente al que conocía, y ahora, al mirar atrás, me doy cuenta de que esa etapa fue clave para mi crecimiento. Fue un tiempo lleno de desafíos, pero también de aprendizajes que me formaron y me prepararon para todo lo que vino después.
Finalmente, la empresa de mi padre no logró sobrevivir. Poco a poco, lo perdimos todo. Terminamos viviendo de alquiler, solo él y yo, ya que todos los demás que vinieron con nosotros habían regresado a Alemania, incluso mi hermano. A pesar de las dificultades, mi padre nunca dejó de intentar levantarse, intentar de empezar nuevos proyectos. Su espíritu emprendedor y su resiliencia me marcaron profundamente. Fue un ejemplo de lucha, pero también me hizo ver lo importante que es encontrar un equilibrio en la vida. Porque, aunque trabajar por lo que uno cree es fundamental, no vale la pena si se pierde lo que más importa.
El Despertar: Mi Propio Camino
Tras terminar mis estudios en un colegio inglés, comencé a trabajar en empleos tradicionales. Llegué a tener hasta tres trabajos simultáneamente, buscando estabilidad económica y tratando de echar una mano en casa. Pero, a pesar del esfuerzo, sentía que esa vida no me llenaba. ¿De qué sirve tanto trabajo si solo estás enriqueciendo a otros y apenas puedes sobrevivir? No podía seguir así.
En 2016, conocí a José, y aunque en ese momento no lo sabía, él se convertiría en una pieza clave en el cambio que estaba por venir. Nos hicimos pareja en 2017, y desde entonces ha sido mi gran apoyo, incluso durante los años difíciles con la enfermedad de mi padre. José es una persona creativa, activa, siempre llena de ideas, mientras que yo soy más constante, esa persona que se asegura de que las cosas sigan su curso. Juntos hemos descubierto que formamos un gran equipo, complementándonos de manera perfecta. Él tiene la capacidad de hacer que cualquier cosa que toque salga bien, y yo me encargo de mantener la constancia en los proyectos.
Así que, en un acto de valentía, tomé una decisión radical: dejar todos mis trabajos y convertirme en autónoma. Sabía que el camino estaría lleno de incertidumbres, pero también entendí que sería el único camino hacia mi verdadera libertad. Ya no quería que mi esfuerzo fuera para enriquecer a otros ni quedarme atrapada en una rutina sin fin. Si iba a trabajar, quería hacerlo para mí, construyendo algo que me apasionara.
Durante los años anteriores, mis hobbies habían sido el diseño web y la fotografía, dos pasiones que siempre me habían acompañado. Así que, con todo el impulso de ese cambio, decidí lanzarme como autónoma para poder dedicarme a ambas cosas de forma profesional. Era el momento de hacer lo que me gustaba y convertirlo en mi forma de vida.
El Nacimiento de Marinea
En 2019, lanzamos Marinea.es, un directorio online enfocado en la Costa Blanca. Este proyecto nació de mi amor por la comunidad local y mi pasión por las páginas web. Con el tiempo, Marinea se convirtió en mi fuente principal de ingresos pasivos, permitiéndome colaborar con pequeñas empresas de la zona y conectar negocios con clientes.
Aunque Marinea me da libertad de trabajar desde donde quiera, dedicarme las horas que yo quiera, la naturaleza turística del proyecto hace que los ingresos sean más altos en verano que en invierno. En algunas ocasiones, esto me ha obligado a buscar trabajos adicionales para estabilizar mis finanzas. Pero no me rindo. Cada desafío es una oportunidad para seguir adelante y construir algo aún más grande.
El Reto Más Duro: Cuidar a Mi Padre
Mientras me dedicaba a Marinea, la salud de mi padre comenzó a deteriorarse. Fueron años llenos de incertidumbre, yendo de médico en médico sin respuestas claras.
Finalmente, en 2021, le diagnosticaron una enfermedad degenerativa que lo fue debilitando poco a poco.
Cuidar de él fue uno de los mayores retos de mi vida. Fue una experiencia que me cambió profundamente. Durante ese tiempo, me di cuenta de lo importante que es vivir el presente, cuestionarme mis prioridades y encontrar un equilibrio entre trabajo y vida personal. Porque la vida no se trata solo de trabajar sin descanso. Hay que disfrutar de los momentos que realmente importan. Mi padre, que nunca llegó a cobrar la jubilación, murió a los 63 años. Este hecho me hizo reflexionar aún más: ¿por qué tanto trabajo y estrés? ¿De qué sirve todo esto si no tienes tiempo para disfrutar de lo que amas?
Gracias a Marinea, pude dedicarle tiempo, estar a su lado y acompañarlo en sus últimos años. En 2023, mi padre falleció, dejándome un vacío enorme, pero también un legado de fortaleza y resiliencia que sigue guiando mis pasos.
Un Nuevo Comienzo: Mi Momento de Crecer
Hoy, siento que estoy renaciendo de las cenizas. Después de años priorizando a otros, he decidido que es el momento de cuidarme a mí misma. Quiero construir un futuro junto a José, perseguir mis sueños con más fuerza que nunca y seguir creciendo como persona y profesional.
Marinea sigue siendo una parte importante de mi vida, pero ahora ya no es lo único. He decidido salir de mi zona de confort y apostar por nuevos proyectos, como LR, que me están ayudando a ser la mejor versión de mí misma. Aunque al principio era escéptica, ahora veo en LR una oportunidad para superar mis miedos y expandir mis horizontes. LR me ha permitido creer en un futuro donde mis ingresos no dependan de trabajos adicionales. Quiero viajar sin preocupaciones económicas, formar una familia y, algún día, recuperar la casa mágica de Altea donde fui más feliz.
Te Invito a Mi Viaje
Si has llegado hasta aquí, quiero agradecerte por leer mi historia. Este camino no ha sido fácil, pero cada paso me ha llevado a donde estoy hoy. Estoy construyendo un futuro basado en la libertad, la autenticidad y la conexión con las personas.
Si sientes que también deseas algo más en tu vida, te invito a que te unas a mí. Juntos podemos crear un equipo de personas que compartan esta visión: la de crecer, ser libres y construir algo grande. Esto no se trata de ganar mucho dinero de un día para otro, sino de construir un futuro poco a poco, donde no tengas que estar preocupado todo el tiempo por el trabajo.
Porque al final, lo que importa no es solo lo que logramos, sino con quién lo compartimos. 🫶
¿Te unes a este camino?
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